Se quemaron sinagogas, comercios, casas, oficinas... Más de 30.000 judíos fueron detenidos e internados en campos de concentración; unos cuantos incluso fueron golpeados hasta la muerte. El número de judíos alemanes asesinados es incierto, con estimaciones de entre 36 a 200 aproximadamente durante más de dos días de levantamientos.
Setenta años después, en Alemania, Inglaterra e Israel se recuerdan estos progromos que anticiparon la posterior política nazi de exterminio con respecto al pueblo judío. La canciller alemana Angela Merkel recordó este domingo el "horror" desatado por los pogromos nazis contra los judíos y llamó a no callar ante el antisemitismo presente, venga de la ultraderecha o de quienes cuestionan el derecho a la existencia de Israel, "sea Hamas, Hizbulá o Irán".
La gran vergüenza
Merkel evocó los pogromos del 9 de noviembre de 1938 como "la noche que representa el inicio de la Shoa" (Holocausto), mientras la presidenta del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Charlotte Knobloch recordó su experiencia, como niña de seis años en Múnich.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, recordó los pogromos y subrayó la necesidad de combatir cualquier forma de antisemitismo. En un breve comunicado oficial Miliband dijo que "esos hechos horrorosos" no deberían olvidarse "nunca". Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que hechos "imperdonables e inolvidables" como aquél no se repetirán "jamás". "Un fenómeno en el que disturbios callejeros incitados dañan a los judíos y destruyen sus propiedades es algo imperdonable e inolvidable", dijo Olmert al iniciar esta mañana la reunión con su Gabinete de ministros. El yiddish divide a los judíos Antes del Holocausto, de las persecuciones estalinistas y la asimilación, el yiddish, un idioma con grafía hebrea que combina palabras alemanas y eslavas, fue la lengua vernácula de 11 millones de personas. Aunque hay palabras del yiddish que perduran fuera de las comunidades ultraortodoxas está considerado una lengua muerta.
"Nuestro deber como ciudadanos de este mundo es mantenernos en guardia contra el antisemitismo y todas las formas de racismo que infiltren nuestras sociedades", recalcó el jefe de la diplomacia británica.
"A lo largo del tiempo, nos hemos asegurado que una cosa como esa no vuelva a ocurrir jamás al pueblo judío", declaró el jefe del Gobierno, según informó el diario Yediot Aharonot en su versión digital.
El hebreo es el idioma oficial de Israel y de la Biblia, aunque un creciente número de judíos en todo el mundo está reclamando que sea el yiddish la lengua de su cultura, generando un cisma entre los miembros de la extensa comunidad.
Un grupo de apasionados padres judíos niega esta afirmación y muchos de ellos residen en Estados Unidos, donde hacen del yidsish el idioma materno de sus hijos. El yidish apareció hace unos 1.000 años, cuando los judíos se instalaron en Alemania, dijo Paul Glasser, un decano del Instituto YIVO de estudios judaicos en Nueva York.
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Fuente: 20minutos.es
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