La polilla no tiene la belleza de la mariposa.
Sin embargo, la vida le ha hecho más fuerte.

La promesa

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El agua estaba templada, tal y como le gustaba a ella: ni muy caliente, ni muy fría. Tras comprobarlo, se fue metiendo lentamente en aquel mar de agua dulce y espuma, encendió unas velas con olor a manzana y canela, y por fin cerró los ojos. Así pasaría un buen rato, al menos, hasta que sus dedos empezaran a arrugarse o la temperatura del líquido elemento se enfriará.

Había sido una tarde rara. Salió a pasear como todos los días, pero sus pies no le hacían caso a su mente, y rompió una promesa eterna. Se dijo a sí misma que jamás volvería a aquel lugar, y sin embargo, hacia allí iba. La curiosidad primaba sobre la razón, y se olvidaron los temores.

El lugar estaba desierto. Ninguna voz interrumpía sus recuerdos. Se sentó en un banco frente a un pequeño parque de columpios, e imaginó dos figuras, jóvenes, risueñas... Los columpios danzaban, y el mundo no importaba nada. Sólo las risas, las miradas y aquella alegría.

Cerró los ojos pero fue en vano. La lágrima salió, y una mano nerviosa, insegura, sesgó su camino. No podía permitirse llorar. Demasiados años de terapia para evitarlo. Y una puta lágrima no lo podía estropear ahora.

Se levantó titubeante: aquello era una especia de masoquismo, pensó. Querer sufrir. Fue directa a un árbol, unas iniciales apenas borradas por el paso de los años dentro de un corazón. La memoria de los árboles. La eternidad de sus troncos.

Pensando no pensar, se volvió sobre sus talones y sus pasos continuaron por el camino antes recorrido. Más rápido, con furia, casi en una veloz carrera, alejándose para siempre de aquel lugar que le recordaría siempre a ella.

Apagó las velas y también su promesa. El amor, se dijo, nunca debe olvidarse. Envuelta en una toalla se dirigió a su dormitorio y cogió la guitarra abandonada a un lado de la cama.

Desnuda frente al espejo, empezó a tocar una canción triste. Una canción en la que nunca dejó de amar por miedo al qué dirán, y en la que siempre estará junto a su bella sirena.


2 aleteos de polillas:

$MK dijo...

Muy bonito. Las promesas son como los sueños, se cumplen o no se cumplen, depende de la fe que tengas en ti mismo

Puntxis dijo...

Precioso...

 
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