Tus ojos no tienen luz,
ni brillo.
En mi corazón, la sangre fluye,
e inunda mi alma.
Gotas negras, azabache,
suenan al fondo de mi garganta.
La soledad de estar ausente,
entre cuerpos mecidos por el amor;
una oscura tristeza que me recuerda
una pérdida helada de un adiós.
Ahogado...
Desolado...
Belleza en tu cuerpo roto.
El mortal seductor en tu lecho.
Hoy no puedes decir al oído
que el negro azabache es la salvación.
Olvidado en el negro.
Adiós...
1 aleteos de polillas:
¡¡¡¡Que bueno!!!!
me ha encantado
Publicar un comentario