No suelo dejar las cosas a medias porque no me salgan bien, exceptuando varios juegos de PC que son una locura para mis sentidos. Por esta razón, ayer estuve todo el día intentando instalar en mi querido ordenador un adaptador USB Bluetooth, y por más que lo intenté de mil maneras, el aparatejo se me resistía.
Bajé toda desilusionada a la cocina, con la intención de pedirle a mi madre el ticket de compra para devolverlo en la tienda. El ticket no aparecía (¿acaso no nos lo dieron?), mi madre empezó a decirme que no me comprase más chorradas y todas las paparruchas que suelta siempre. ¿Acaso yo me estoy comprando siempre ropa, like my sister? Pues no.
Nada, ya con esto se me jodió la noche y ni quise cenar. Pero no cesé en mi empeño, que una es una cabezota por parte de padre. Finalmente, conseguí instalarlo a las doce y media de la noche. Alegría. Para que luego digan que si no te lo propones no consigues nada. Todo el día entre drivers, manuales de Internet, Service Packs 2 y demás chumineces, y lo conseguí.
Qué poco necesito para ser feliz. Hala, ahora a estudiar.
Bajé toda desilusionada a la cocina, con la intención de pedirle a mi madre el ticket de compra para devolverlo en la tienda. El ticket no aparecía (¿acaso no nos lo dieron?), mi madre empezó a decirme que no me comprase más chorradas y todas las paparruchas que suelta siempre. ¿Acaso yo me estoy comprando siempre ropa, like my sister? Pues no.
Nada, ya con esto se me jodió la noche y ni quise cenar. Pero no cesé en mi empeño, que una es una cabezota por parte de padre. Finalmente, conseguí instalarlo a las doce y media de la noche. Alegría. Para que luego digan que si no te lo propones no consigues nada. Todo el día entre drivers, manuales de Internet, Service Packs 2 y demás chumineces, y lo conseguí.
Qué poco necesito para ser feliz. Hala, ahora a estudiar.
¡Besitos!
1 aleteos de polillas:
Polilla...
Además siempre que te propones instalar algo y te da problemas nos liamos en buscar en internet y en ahogarnos en un vaso de agua cuando la solución, casi siempre, es lo más simple que nos podemos imaginar. Tan simple que ni se nos había ocurrido.
Besos apolillados.
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