Esa necesidad cada vez más insistente
de tenerte a todas horas,
de oler tu piel mientras busco
el punto de tus cosquillas.
Esa fatalidad cuando no te tengo y
quiero contemplarte en silencio
sabiéndote mi tesoro más preciado
en días de frío.
Esa distancia que nos separa y
que odio por arrastrarnos a letras
en blanco y negro,
con regusto dulce de labios que no se abren.
Esos besos que corren por las ondas
y que ansío darte todos los días, a todas horas.
1 aleteos de polillas:
¡Afortunada la persona a la que quieres con urgencia, polilla! Envidia me da.
Saludos.
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