Nunca le digas a la chica con la que acabas de hacer el amor que es una ingenua. Jamás hables de cuchillos en la penumbra de una habitación que huele a depravación. Nunca se te ocurra dejar el historial lleno de porno en el ordenador de tu pareja. Jamás bebas si se te pasa por la cabeza romper vasos y botellas y pegarle una bofetada a tu novia en medio de un pub. Nunca le digas que le quieres si realmente lo que te gusta de ella es lo que tú crees que es. Jamás sigas en una relación tóxica, que no lleva a nada, sólo a nadar en círculos en el mismo charco de barro.
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