Es la primera vez que subo una foto mía al blog, supongo que será la última. Esta imagen refleja todo lo que soy: esas mil y una imperfecciones que me hacen ser yo, esa melancolía en los ojos, ese rímel corrido del final del día... Eso es lo que soy cuando me quedo en cueros y el alma florece. Una niña pequeña de las dudas infinitas, un mar adentro lleno de sirenas varadas... Podría seguir enumerando títulos de canciones, ya que me reflejo en ellas como en charcos de barro. Pero estoy cansada. Y, al contrario de lo que decía Cernuda, yo no me visto de plumas cuando me siento cansada. Pesan demasiado y me hacen pensar. Lo peor es cuando tirito y las plumas danzan: me hacen demasiadas cosquillas. Así que un día decidí despojarme también de ellas.
Si no fuera una cobarde valiente diría que necesito un abrazo, que necesito protección. Pero he vivido tanto tiempo bajo el ala calentita del miedo que no me da la gana de volver a volverme una dependiente. Sí, volver a volverme, porque no quiero repetir esquemas. Me da igual si para ello tengo que utilizar figuras retóricas o contradicciones. El mundo es eso al fin y al cabo: un bombón de excrementos cubierto por un bonito papel que lo cubre y que nos refleja mostrándonos en bucle lo mejor y lo peor de nosotros, distorsionados y perdidos en una sala de espejos del infinito.
Polilla dixit.
1 aleteos de polillas:
Me gusto, fue perfecto ^^
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