Hola queridos lectores, ayer domingo fui de Senderismo. ¿Conocéis el dicho ese de: "¿a dónde vas? ¡a la feria! ¿de dónde vienes? de la feria..." ? Pues si ayer por la tarde me hubiéseis preguntado que de dónde venía, sin duda la habría contestado con este hilillo de voz que apenas podía salir de mi maltrecho cuerpo.
Como sabréis ayer cambiaron la hora, a las 2 AM eran las 3 AM... lo cual quiere decir que en vez de levantarme a las 7, me levanté a las 6 y por tanto, dormí una hora menos. Para colmo de males, el viernes me había tomado un helado, con lo cual el sábado me levanté con un trancazo del carajo. (Sí, otra vez resfriada; lo sé, no gano para pañuelos.)
La ruta de Senderismo empezaba en El Chorro, Álora, y finalizaba en el Valle de Abdalajis, un pueblo un poco más pequeño que Algarrobo y con unas cuantas cuestas más.
Ya desde el principio la ruta empezó con subidas. A ambos lados del camino, pinos y eucaliptos. Al fondo, una gran pared de roca. La cosa se complicó para mí, y de hecho fue el tramo más difícil, cuando los guías cambiaron ligeramente el recorrido (ya que íbamos bien de tiempo) y subimos por unas escaleras árabes de piedra. Vale la pena subir por ellas, pero si tienes vértigo, mejor no lo hagas. Repito que fue el momento más duro de todo el camino. Qué mal lo pasé. Pensaba que me caería al vacío. Maldito vértigo.
Otro punto "fuerte" del recorrido fue atravesar un arado de tierra... mejor dicho barro. Los pies se nos hundían (prueba de ello son mis botas: ahora no son negras sino marrones). La verdad es que el resto del recorrido fue tranquilo, excepto por unos resbalones en el tramo final, con unas escarpadas cuestas en las que había que ir frenando y con mucho tiento.
Una zona que me gustó mucho fue El Torcalito. Se trata de una formación natural de piedras, semejante a El Torcal, en Antequera, en la que las piedras adquieren formas singulares.
Como sabréis ayer cambiaron la hora, a las 2 AM eran las 3 AM... lo cual quiere decir que en vez de levantarme a las 7, me levanté a las 6 y por tanto, dormí una hora menos. Para colmo de males, el viernes me había tomado un helado, con lo cual el sábado me levanté con un trancazo del carajo. (Sí, otra vez resfriada; lo sé, no gano para pañuelos.)
Ya desde el principio la ruta empezó con subidas. A ambos lados del camino, pinos y eucaliptos. Al fondo, una gran pared de roca. La cosa se complicó para mí, y de hecho fue el tramo más difícil, cuando los guías cambiaron ligeramente el recorrido (ya que íbamos bien de tiempo) y subimos por unas escaleras árabes de piedra. Vale la pena subir por ellas, pero si tienes vértigo, mejor no lo hagas. Repito que fue el momento más duro de todo el camino. Qué mal lo pasé. Pensaba que me caería al vacío. Maldito vértigo.
Otro punto "fuerte" del recorrido fue atravesar un arado de tierra... mejor dicho barro. Los pies se nos hundían (prueba de ello son mis botas: ahora no son negras sino marrones). La verdad es que el resto del recorrido fue tranquilo, excepto por unos resbalones en el tramo final, con unas escarpadas cuestas en las que había que ir frenando y con mucho tiento.
Una zona que me gustó mucho fue El Torcalito. Se trata de una formación natural de piedras, semejante a El Torcal, en Antequera, en la que las piedras adquieren formas singulares.
Fueron casi siete horas andando, con una o dos paradas para reponer fuerzas. La verdad es que pensaba que me iba a costar más, ya que había ido una vez más de senderismo, en Hornachuelos, pero no tenía nada que ver con la ruta de El Chorro-Valle de Abdalajis.
Realmente no estoy cansada; me encuentro peor por el resfriado, pero la caminata me ha sentado bien. Es más, quiero repetir. ¿Alguien se anima?
Un saludo.
Realmente no estoy cansada; me encuentro peor por el resfriado, pero la caminata me ha sentado bien. Es más, quiero repetir. ¿Alguien se anima?
Un saludo.
1 aleteos de polillas:
jo, yo tb creo que me he resfriado... tengo más mal cuerpoooooo
q bonita es málaga y cuántas formas de disfrutarla!
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