Siempre he considerado esta canción un
himno, una firme
declaración de intenciones. Hace muchos años, cuando tenía el pelo pintado de rojo, me
insultaban llamándome Alaska... Obviamente, para mí no era un insulto, ya que considera a esta artista una
diosa, una mujer que ha hecho
grandes cosas por las mujeres y por los homosexuales. Me parece tan fuerte, tan
poderosa, que, cuando la tuve delante en un escenario que la empequeñecía, no pude menos que
estremecerme. Allí estaba ella,
pequeñita y regordeta, plantándole cara a los cientos de personas que tenía delante, con este
grito de guerra:
La gente me señala
me apuntan con el dedo
susurra a mis espaldas
y a mí me importa un bledo
Que más me da
si soy distinta a ellos
no soy de nadie,
no tengo dueño
Yo sé que
me criticanme consta que
me odianla envidia les corroemi vida les agobia
¿Por qué será?
Yo no tengo la culpa
mi circunstancia les insulta
Mi destino es
el que yo decidoel que yo elijo para mí
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré
Quizá la culpa es mía
por no seguir la norma,
ya es demasiado tarde
para cambiar ahora
Me mantendré
firme en mis convicciones,
reforzaré mis posiciones
Mi destino es el que yo decido
el que yo elijo para mí
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré
¿A quién le importa lo que yo haga?
¿A quién le importa lo que yo diga?
Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré
Pues eso, yo, como ella, seguiré fiel a mis convicciones, y nunca, NUNCA cambiaré.
Un saludo.