Sin palabras, atónito, patidifuso y sorprendido. La Conferencia Episcopal Española a través de un comunicado de escasa tolerancia ha puesto en duda que el niño nacido en Sevilla para curar a su hermano sea un niño no querido como niño, es decir, que le consideren un utensilio como puede ser un tratamiento medico.
Esta confesión por parte del encubridor de pederastia, Antonio Maria Rouco Varela, a través de su órgano de difusión es repugnante, vomitiva y denota una hipocresía abismal. Primero los padres van a querer a ese hijo con dos motivos principales: -que es un hijo, y por lo tanto un tesoro; -va ayudar a su hermano a curarle los estragos de una enfermedad que destruye la vida de un inocente. A parte de que un hijo ya es querido, que por el solo hecho de nacer ya pueda ayudar a su hermano, hará que sus padres y el mismo hermano estén eternamente agradecidos a su hijo y hermano respectivamente.
Pero no solo la Iglesia y algún ladrador más de sus medios de comunicación han salido a la palestra a criticar un hecho humanitario y progresista que produce doble felicidad a una familia. Es mas, volvemos a lo de siempre, que prevalezca la mierda del ideario católico egoísta y putrefacto que cuando se aplica al 100% más que la felicidad se predica el odio, egoísmo, mentira. Un ideario destructor y maquiavélico que tratar a las personas como hechos insignificantes en vez de valorarlas como personas que son. Mientras esto sucede la Iglesia no emite comunicados criticando la corrupción de algunos gobiernos autonómicos de los dos partidos que gobiernas principalmente en este país.
Entre corruptos, hipócritas, desgraciados, meapilas, esbirros y tal maraña de sinvergüenzas este país se va ir a la mierda.
Escrito por: Carlos Fernandez Perez el 17 Oct 2008
Lo dicho: Atónita me quedo.
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