Navidad 2010

Esta Navidad quiero desear que la esperanza e ilusión jamás abandone las vidas de todas aquellas personas a las que quiero. Además de los regalos materiales que Papá Noel o los Reyes Magos nos traerán, deseo que la alegría embriague todo el año próximo, que se vaya por fin la tristeza y las cosas malas. Que se las lleve Papá Noel y la tire en algún lugar del planeta donde no dañe al medio ambiente.

No me quiero olvidar de toda esa gente que ha hecho que este año que termina la semana que viene haya sido agradable, destornillante, romántico, sabio, familiar, friki, y tantos adjetivos buenos que sería imposible colocarlos todos unos detrás de otros. A los hippies de Villanueva y alrededores (sois pechá, así que daros todos por mencionados!), por ser tan buenas personas que entre ellos me siento una más. A mis filólogas favoritas, mis niñas Coral y Marga, porque de ellas aprendo mucho aunque digan que la culta soy yo. No sólo de libros vive el mundo, con vuestros gritos y silencios también contáis mucho. Y Coral, deja de escribir esos posts tan emotivos que cada vez que entro a tu blog acabo llorando. Ains. Gracias a mi queriiiiida Elenita, la niña que compartía papillas conmigo y ahora confidencias y cotilleos. Sé que no nos vemos mucho, pero siempre estaremos ahí la una para la otra. A toda la familia Morales, porque me han hecho sentir de la familia, y sobre todo, me han enseñado a superar mi timidez al portarse tan bien conmigo. A mi familia, porque son la leche, para qué engañarnos. A todos mis primitos, y a los no tan peques, porque sus sonrisas me hacen cada día más feliz. A mi abuela Laura, porque en algunos momentos de lucidez (cada vez menos) me regala un beso tierno, y me dice que soy muy guapa. A mi hermanita, porque aunque me desespere con sus músicas frenéticas y sus locuras de adolescente, sé que conserva aún el cariño de cuando era una mocosa llevada al cole por mi mano de hermana mayor. A mis padres, por enseñarme a ser lo que soy, porque sin ellos yo no sería nada. Y finalmente, a mi Chusito, porque me ha enseñado un montón de cosas sabias, y porque también me ha enseñado a amar.

Feliz Navidad a todos.