Las manos del poeta granadino no volverán
a regalarnos más obras grandiosas.
España llora aún la muerte del padrino de la Gran Familia. Pero hoy se nos ha ido otro grande, en esta ocasión de la literatura: Francisco Ayala.
Era el último superviviente de la Generación del 27, pero, a diferencia de sus compañeros, su voz no se silenció hasta hoy.
Con Francisco Ayala tenía una relación de amor-odio, pues admiraba sus escritos, pero una de sus obras me causó un verdadero quebradero de cabeza al estar descatalogada y recorrer todas las librerías de Málaga (y algunas de Barcelona) sin éxito.
Asiduamente leía sus opiniones en Facebook, hoy plagado de mensajes de respeto y desolación.
La literatura se queda un poco más huérfana. Descanse en Paz, y salude a mi abuelito.
1 aleteos de polillas:
Nos estamos quedando sin genios.
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