Se conocieron en agosto entre el tumulto de cuerpos que bailaban por las calles. Aquel primer día no se quisieron mirar a los ojos, pero unieron sus labios entre paredes decoradas con frases de amor. La ciudad era un frasco de cristal efervescente, lleno de calor, así que ellos bailaron una canción lenta para que el tapón de la magia no volase
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 aleteos de polillas:
Publicar un comentario